Juan Sempere-Valverde | 11 minutos | Estrecho de Gibraltar y Mar de Alborán
El Mar Mediterráneo está entre las regiones más biodiversas del mundo, pero también entre las más amenazada por la acción humana. Sus aguas cálidas, que asistieron al nacimiento de la civilización humana, tienen su punto de encuentro con el Océano Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar, un paso con fuertes corrientes y una de las zonas más ricas del Mediterráneo. Estas corrientes son esenciales para la supervivencia de las comunidades del Mediterráneo occidental, entre ellas las del hábitat coralígeno, que destaca por gran diversidad y belleza. Pero también lo son y fueron para el ser humano, que en sus aguas aún mantiene labores tradicionales milenarias como la pesca de Almadraba. Sin embargo, esta riqueza ambiental y cultural se encuentra hoy amenazada por la convergencia de múltiples factores. El más reciente de ellos, la nociva invasión de un alga del Pacífico occidental: la Rugulopteryx okamurae.