Sin duda el CIMASUB es el faro que alumbra el camino para los más prestigiosos festivales de imagen subacuática de Europa. No en vano es el más importante de España y el más longevo -y antiguo- del continente, y seguramente del mundo.
Es la equiparación a nivel subacuático del festival de cine de San Sebastián. Con eso creo que está todo dicho respecto a lo que significa ser premiado en el certamen.
Por eso, tanto a Lidia como a mi nos llena de orgullo haber sido premiados en varias ocasiones en el festival, pero por encima de todo nos llena de felicidad.
Felicidad de poder compartir momentos inolvidables con el resto de colegas y los organizadores. De cambiar impresiones, de ver trabajos internacionales, de dejarse seducir por nuevas propuestas audiovisuales subacuáticas en el marco incomparable del teatro rodeado de espectadores y creadores. Algunos de ellos entre los mejores del mundo.
Y sobre todo, de sentirse rodeado por un ambiente de amistad y camaradería propiciado por el grandísimo trabajo de la organización y su director.
En definitiva, el CIMASUB es una grandísima celebración del amor y respeto por el mar y los profesionales que intentamos mostrarlo con nuestras imágenes en un marco incomparable, con una organización excelente, siendo además uno de los festivales de imagen subacuática más potentes de Europa.